lunes, 19 de abril de 2010

Microrrelato fantástico

Un sueño
                                         
      Yo todas las noches soñaba lo mismo, hasta varias veces en la noche, soñaba que estba en una isla donde habían duendes.
       Un día desperté y me ví allí, rodeada de duendecitos, todo era muy extraño; las casas eran muy pequeñas y los arboles. Todo era muy diminuto como lo eran ellos. Yo estaba muy extrañada pero a la vez muy contenta porque era mi ilusión. Los duendes eran muy agradables y simpáticos, me trataban muy bien, como si fuese su reina. Me llevaron a una casa muy bonita y grande hecha para mí, me llevaban comida, me enseñaron sus costumbres y como vivían allí. La verdad que me lo estaba pasando muy bien, pero de repente me quedé dormida y cuando desperté estba en mi cama. Creía que era otro de mis sueños pero me dí cuenta que no, que era cierto que había estado allí en esa isla tan bonita y con esos duendes tan graciosos.
    Porque tenía colgada una medalla que me habían dado ellos. La verdad que me gustaría volver a repetirlo.

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